Hace unos días me enteré en un blog que leo de que en Holanda ya pasó Papá Noel, pero no se llama así, sino Sinterklass, y es más flaco.
Llegó en noviembre, en un barco procedente de España donde vive todo el año con su ayudante, Pedro, el negrito, y el 5 de diciembre salió a las calles con su ayudante a repartir galletitas para los chicos, en un caballo blanco. Esa noche las familias se reunieron y a los que se portaron bien durante el año Sinterklass les dejó regalos, en cambio a los que se portaron mal las familias les hicieron un poema con su nombre retándolos por su mal comportamiento.
Los chicos holandeses que se portan mal no sólo no tienen regalos y tienen que soportar el poema con su nombre, sino que Sinterklass se los lleva a España y no los devuelve más. ¿A ustedes que les gustaría más?, ¿el regalo o el castigo?
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